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29 may 2010

MERCADO DE ABASTOS





Este edificio, tal y como hoy lo conocemos, vino a sustituir a partir de 1895 a otro mercado más antíguo que estaba al descubierto y que ofrecía pocas garantías higiénicas. Los comerciantes exponían sus artículos en “cajones” o puestos de madera (normalmente sin pintar) construídos por el Carpintero del Real Sitio. Varios fueron los intentos de construir un edificio con más comodidades y garantías higiénicas, pero unas veces por culpa de las diferentes epidemias acaecidas en la época, y otras por dificultades económicas, se retrasaron los proyectos. La aprobación definitiva del proyecto se efectuó el 23 de julio de 1890, aunque la autorización gubernamental no no se hizo efectiva hasta 1891. Por fín en 1893 comenzaron las obras bajo la dirección de Enrique Sánchez Sedeño. Durante las obras fueron descubiertas gran cantidad de monedas que evidenciaban la gran actividad económica que ya se desarrollaba desde al menos los tiempos de Fernando VII.





Así mismo hubo que solventar varios problemas técnicos como por ejemplo los desniveles del terreno, el paso por el subsuelo de la plaza de los caces abovedádos del canal (viejo de Sotomayor y nuevo de las Aves), el sistema de evacuación de las aguas sucias y pluviales, los retrasos de la cantera de Colmenar en el suministro de la piedra para cimientos y basamento, y el traslado de la fuente octogonal de agua potable situada en el centro del solar y fechada en 1827.




La construcción del edificio sigue las pautas de la arquitectura pública industrial de finales del siglo XIX, empleando materiales como el hierro y vidrio, pero a la vez también se inspira en la arquitectura civil residencial y palaciega de la época, y con un relativo aire neomudéjar presente en muchas construcciones contemporáneas. Tras su inauguración el 30 de diciembre de 1894, y pese a que aún no se había acabado de pagar las deudas contraídas para su construcción, se procedió a dotar de aceras perimetrales al edificio y se embelleció la plaza de la Constitución, reparando las fuentes y adecentando el entorno, lo que se remataría con la instalación en 1897 de la estatua de Alfonso XII, hecho que le valdría al Ayuntamiento la consideración de Ilustrísimo por gracia de la reina viuda Maria Cristina de Borbón.





En 1985 se transfirió el edificio a la Comunidad de Madrid, y poco después se procedió a una profunda restauración, ya que su deterioro y envejecimiento eran muy patentes. Fue entonces cuando se procedió a la colocación del techo traslúcido, el cuál contribuyó a dar más claridad y diafanidad , a la vez que permitió dotar de un mayor número de puestos al edificio.
Como resultado de las actuaciones llevadas a cabo, el edificio ha resurgido de un letargo que lo llevaba a su desaparición, dotándolo de unas instalaciones mas acordes con los tiempos que corren y contribuyendo a la reactivación económica de su entorno, sin perder la esencia para la que fue construído.



Documentación histórica y dibujos: "Arquitectura y Desarrollo Urbano", Tomo IX


Para saber mas: http://www.mercadodearanjuez.com/historia.html

2 comentarios:

  1. Mingo, muy exhaustiva y completa la documentación de este trabajo. Enhorabuena.

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  2. Mi trabajo se ve sobradamente compensado con comentarios como el tuyo. GRACIAS :)

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