El depósito de fangos en el Mar de Ontígola ha sido un problema permanente. Así, por ejemplo, en 1745 se realizó un reconocimiento y presupuesto para quitar la broza y légamo en los manantiales y cauces, desde el prado de Ontígola hasta el "mar", y en 1747 se decía que era necesario hacerlo de nuevo.
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El la imagen se ve como la vegetación va ganando terreno como consecuencia de los lodos existentes. |
Ya en el siglo XIX se realizaron trabajos en el propio embalse. En el año 1841 el Real Patrimonio decidió supervisar la operación empleando a cerca de un millar de presos, pero después de haber trabajado todo el año, consiguieron muy poco a pesar de la gran cantidad de cieno extraído. En 1842 se sacó a subasta la limpieza del lecho del embalse (según Madoz), quedando totalmente limpio y con