JARDIN DE ISABEL II

El Jardín de Isabel II, situado entre la Plaza de San Antonio y calles de Infantas, Gobernador y Real, constituye uno de los puntos cruciales de articulación entre el conjunto del Palacio Real y, asimismo, uno de los primeros trazados para un espacio público ajardinado en España, a excepción de los diversos salones arbolados creados con anterioridad.

Tiene forma regular trapezoidal, con una superficie total de 8.738 m², elevada ligeramente
respecto a las calles que le circundan y cuyo acceso se efectúa a través de cuatro puertas que marcan los dos ejes principales del jardín, en escuadra.

En el círculo central del jardín, tras una alta verja de hierro, se levanta la escultura de bronce que representa a Isabel II de niña, sobre pedestal de mármol blanco. Originalmente había cuatro jarrones en los ángulos de las cinco gradas de la base.
El jardín se cierra con una verja de hierro con machones de cantería sobre una pieza alargada también de piedra, apoyado dicho cerramiento en la calle de las Infantas sobre un muro de contección que se remata en la esquina de la plaza de San Antonio por un magnífico pedestal rematado con un jarrón y voluta, todo ello fabricado con piedra de Colmenar. En la calle del Gobernador hay dos sencillos pabellones de portería.

La primera plantación de árboles en este solar fué hecha a cargo del Administrador del Real Sítio, Miguel del Pino, en 1830, para mejorar las vistas desde el palacio en la primera Jornada de la nueva reina, Maria Cristina de Borbón, esposa de Fernándo VII. La escultura de Isabel II, sugún algunos autores el origen del jardín,, se realiza para conmemorar los acontecimientos políticos de 1834 (firma de la Cuádruple Alianza entre Francia, Inglaterra, Portugal y España) por el escultor Desboeufs y fundida por L. Raurio.

 La verja actual, que sustituye a una de madera, se construyó a partir de una Real Orden de 1844. Dicho cerramiento se atribuye a Narciso Pascual y Colomer, Arquitecto Mayor de Palacio por entonces, y los magníficos bancos, anteriores, a Sabatini. Del mismo modo, los jarrones de mármol de Carrara son obra del siglo XVIII y fueron trasladado desde el entorno de la Casita del Labrador en el Jardín del Príncipe.

El Jardín de Isabel II contituiría el primer espacio urbano ajardinado de Aranjuez, y seguramente uno de los primeros de España. Poco después, en 1869, pudo pasar a manos privadas al declararse bien desamortizable tras la salida de Isabel II, pero se suspendió la subasta de venta, Durante la 1ª República pasó a llamarse Jardín de Serrano y la escultura fué ocultada y repuesta ya con Alfonso XIII en 1875. Finalmente ha sido restaurado entre 1999 y 2000 por el Servicio de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional, bajo proyecto de la paisajista María Medina, la cual ha recuperado el dibujo original del jardín a partir de un plano de la Junta de Estadística.

El Jardín de Isabel II está declarado Monumento Histórico-Artístico desde 1931, y se incluye como Jardín Histórico en el Catálogo de Bienes a Proteger de la Revisión del Plan General de Aranjuez de 1996; así mismo, forma parte del ámbito de Paisaje Cultural de la Humanidad, declarado en 2001.