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18 may 2010
HOSPITAL DE SAN CARLOS
Según nos cuenta Alvarez de Quindós, ya en 1648 había en Aranjuez un hospital "para las gentes pobres que enfermaban", aunque "después se tomó el medio de enviarlas al Hospital de la Caridad o de San Juán de Dios de Ocaña, contribuyendo el Sitio con buenas limosnas". Quizá fué ésta una buena manera de evitar contagios durante las Jornadas o épocas que pasaban los reyes en Aranjuez.
Sin embargo, al iniciarse las obras del Real Sitio, se hizo patente la necesidad de contar con un edificio destinado a éste uso, ya que el clima "insalubre" de Aranjuez motivaba frecuentes enfermedades entre los trabajadores,visitantes y sirvientes.
Al fín en 1750 fué proyectado por Santiago Bonavía un edificio para "enfermos pobres e intransportables", con dos salas y doce camas con divisiones separadas, seis para hombres y seis para mujeres.En 1753 se concluyeron las obras con la construcción de la Botica, diseñada también por Bonavía y ejecutada por el maestro de obras madrileño Juan Esteban.Pero al funcionar sólo en época de Jornada,este hospital faltaba en la peor estación, dependiendo los residentes del Sitio y los obreros que en él trabajaban de "el carro del Rey", que transportaba los enfermos al hospital de Ocaña y al general de Madrid, aunque no servía para "los muy graves, ante el temor de que muriesen durante el traslado". Por este motivo, el médico titular de Aranjuez D. Juán Bautista Cutanda,solicitó en 1770 a Carlos III la construcción de un hospital permanente.
Ocho años más tarde, el arquitecto Manuel Serrano recibió el encargo del rey de diseñar un hospital (que se llamaría de San Carlos Borromeo)"donde a sus expensas se curasen los enfermos empleados en sus obras,labores y jardines, y todos los demás criados pobres".El edificio se construyó en el paraje más alto y despejado frente a la fachada del Real convento de San Pascual.
"El edificio se construyó con buena fábrica de ladrillo y mampostería, formándose una sala para medicina, grande y capaz, otra pequeña para cirujía, otra para los Guardias de Corps o alguna persona decente, y otra para mujeres, con las demás oficinas propias, y habitaciones para los dependientes",dotándolo además con una fuente de agua potable para su servicio.
Foto de F.J.Colmenar
Posteriormente se estableció una "sala de convalecencia", y en 1788 "se hizo una capilla pública", en la que se colocaron los sacramentos "para administrar la extremaución a los agonizantes" sin tener que recurrir a los curas de Alpajés.
Por desgracia, las dificultades económicas propiciaron el cierre progresivo del edificio.En 1840 se hizo un inventario del mobiliario y otros enseres para su posterior enajenación.Posteriormente se utilizaron sus dependencias como almacén de grano. En 1864 la reina Isabel II ordenó su reapertura, concibiéndolo como un "hospital modelo", aunque en pequeño,servido por Hermanas de la Caridad, siendo su inauguración en mayo de 1865.
Durante la Guerra Civil de 1936-1939 el edificio se utilizó como Hospital Militar, y al término de la guerra pasó a utilizarse como prisión. Hacia 1947 las Hermanas de San Vicente de Paúl regresaron al edificio y éste volvió a funcionar como hospital.
En 1964 se procedió a rehabilitar gran parte de los tejados. Años más tarde, perdida su función hospitalaria,sirvió temporalmente como asilo de ancianos a cargo de la misma orden religiosa.
Foto de F.J.Colmenar
En la década de los 70 del pasado siglo, el Ayuntamiento se hizo cargo del edificio, ubicándose en él algunas Concejalías, si bién seguía siendo propiedad del Patrimonio Nacional, que hasta 1987 no la transfirió al Estado, que a su vez la transfirió al Ayuntamiento tres años más tarde.
Actualmente el edificio se encuentra en total estado de abandono al no prosperar algunos intentos de rehabilitación para convertirlo en Parador Nacional
Documentación histórica extraída del libro "Arquitectura y Desarrollo Urbano" Tomo IX
PÁG.453-460
hola mingo, muy extensa y completa tu reportage sobre el hospital de san carlos Veo que cultivas y estudias mucho ese bonito lugar un saludo gloria
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