PRESENTACION DEL BLOG

"A orillas del caudaloso Tajo y a pocas leguas de la capital de España, existe un precioso pueblo que bendice y obsequia la naturaleza; un pintoresco pueblo rodeado de jardines, lleno de perfumes y animado por el canto de incontables pajarillos; un poético pueblo que se esconde bajo las frondosas ramas de los corpulentos álamos y gigantescos plátanos; este pueblo se llama Aranjuez"


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19 feb 2011

LA MINA DE AGUA DEL CERRO DEL MOJÓN

Las necesidades de la huerta y los jardines del Real Sitio estaban servidas desde el siglo XVI por los canales derivados del río y del embalse de Ontígola; sin embargo no eran suficientes para completar algún sector mas alto, cuestión que se trató de resolver en el XVIII con ruedas elevadoras o “azudas” y galerías de captación o “minas”.

La utilización de los grandes caudales de aguas subterráneas mediante esas “minas” era una técnica bien conocida en Madrid, donde se empleaba de antiguo para el abastecimiento de las fuentes urbanas mediante los llamados “viajes fontaneros”.
Cerca de Aranjuez, en las laderas de la Mesa de Ocaña, se obtenían notables caudales para el Real Sitio mediante extensas galerías y ya en la segunda mitad del siglo XVIII, entre 1745 y 1757, se habían realizado importantes captaciones, con largos conductos de barro vidriado, según consta en un plano de Bonavía.

Ahora se trata de una obra similar, con el añadido de un embalse, según planos de Villanueva. Sin citar a éste, en su obra clásica sobre Aranjuez, Alvarez de Quindós relata que Carlos IV proyectó una mina desde el cerro del Mojón,

entre Ontígola y Aranjuez, perforando el cerro del Carrascal para llegar a la Huerta Valenciana, situada al Este de la cuadriculada ciudad de entonces. Esta huerta, junto con “La Flamenca” y el Cortijo de San Isidro fueron establecidas por Carlos III a manera de granjas experimentales. Esta finca figura en el gran atlas de Aranjuez elaborado por  Aguirre en 1775
y se hallaba más alta que el caz de las Aves o de Sotomayor, derivado de la presa del Embocador, por lo que tenía problemas para ser regada, debiendo recurrir al suministro del caz del Mar de Ontígola, al igual que la huerta del Convento de San Pascual y las fuentes del Jardín del Príncipe. La mina cruzaría por debajo del arroyo de Ontígola, recogiendo las  aguas que se perdían de éste; acumuladas en un estanque se utilizarían también en el Jardín del Príncipe.
La galería estaba casi construída por los artilleros cuando se publica la obra de Alvarez de Quindós en 1804, pero faltaba aún un pequeño tramo. Madoz se refiere a ella brevemente y añade que medía 4.000 varas (3.373m), “obra larga y costosa, pero quedó sin llenar su objeto”; no se conocen mas datos posteriores.
A ella deben referirse los tres dibujos de la Biblioteca Nacional que figuran como de Juan de Villanueva en el Catálogo de Barcia (nº6893-6.895), sin fecha ni firma, y que se exhibieron en la Exposición de Aranjuez, en 1987, sobre el Real Sitio en el siglo XVIII. 

En el plano superior se dibujan a la aguada las laderas con la salida de la mina y luego hacia el sur, costeando aquellas hasta el “Encuentro del Nivel desde la Voca de la Mina hasta el Arroyo de Ontígola”

En el plano del medio, muestra un ligero dibujo marginal, desde un “puente de Cabrera” que en el otro plano se sitúa frente a la boca de la mina, por tanto sin continuidad, el canal va por la derecha del arroyo y del embalse o “mar” de Ontígola, luego tuerce al norte, costeando en sinuoso curso el cerro de Valdelascasas, con dos pequeñas represas laterales, una intermedia y otra final, de 50 y 52 varas respectivamente (41,7 y 43,4m).
Finalmente, el tercer plano es muy distinto ya que corresponde a la presa para embalsar el agua; debería situarse, como ya se indicó, al este de la ciudad de entonces, en la cañada o pequeño valle de las salinas de Alpajés, en el extremo E de la “Huerta Valenciana”.

Poco más conocemos de tal proyecto de embalse, salvo una vaga mención de Ponz y la de Alvarez de Quindós en la que se refiere a un estanque para recoger las aguas de la mina.
No se saben las razones que impidieron la terminación de la mina y la realización del canal y la presa. Al no concluirse la obra tampoco se puede evaluar su resultado, pero la propuesta parece acertada en sus fundamentos geográficos.

17 oct 2010

LOS VIAJES DE AGUA DE ARANJUEZ

Los viajes de agua a Aranjuez fueron el resultado del deseo del rey Felipe V de proveer de agua en buenas condiciones a la población del Real Sitio.
De esta manera se mandó buscar en los alrededores de Aranjuez, encontrándose en cantidad en las cañadas que vierten de la mesa de Ocaña a Vallemayor. Mandó el rey analizar dichas aguas, y viendo que eran de excelente calidad, ordenó en el año 1745 se recogiesen las de los manantiales de Menalgavia, Valhondo, Aldehuela y Algibejo, construyendo para ello una cañería provisional.



Fernando VI quiso que se mejorase este viaje de las aguas, comprando las alamedas y cañadas de los nacimientos para tener todos los derechos sobre dichas aguas. Para ello se expidió un Real Decreto con fecha  del 11 de Junio de 1751. En el año 1757 mandó que se construyese de nuevo la cañería con fábrica y caños vidriados de Madrid. A lo largo del trayecto se construyeron varias arcas o descansos para su reconocimiento y limpieza. Toda la obra costó dos millones quinientos cuarenta y dos mil ciento cincuenta reales y veintisiete maravedis.


Dado que la conducción era subterránea y pasaba por parajes muy salitrosos, las aguas se viciaban y cogían sabor salado, a la vez que las tuberías se obstruían debido a los sedimentos que se adherían a sus paredes, razón por la que el mantenimiento de las tuberías era muy costoso.


Para comodidad de los vecinos del Real Sitio, se construyeron varias fuentes. En el año 1761 se construyó la de la antigua plaza de Abastos, fabricada con piedra de Colmenar. Otras fuentes estaban en las casas de Alpajés, en la esquina de la casa nueva de Abastos, en los cuarteles de Guardias de Corps, en los de Guardias Españolas y Walonas, en el patio de la Casa de Oficios, en el patio de la casa de Infantes, en las cocheras de la Reina (Farnesio), en el Hospital de San Carlos, en el convento de San Pascual y otra en la casa del Gobernador. La principal se puso en el año 1750 en la plaza de San Antonio.


Cuando queremos estudiar la construcción de los viajes de agua a Aranjuez, nos encontramos con la dificultad de que no se conservan (que yo sepa) los proyectos utilizados en su día para su ejecución. Por lo tanto este hecho no nos permite saber exactamente la dirección que siguen las galerías, ni tampoco sabemos exactamente cuantos registros se construyeron. Ante estas circunstancias, lo único que nos queda es catalogar tanto las arcas como los respiraderos conocidos.


He podido observar que la separación entre respiraderos oscila entre un mínimo de 25 metros, hasta los casi 50 metros en algunos casos. Las arcas no parecen tener definida una pauta de separación entre ellas, incluso ni siquiera se parecen en el diseño de su construcción. De los registros cabe destacar su fábrica de ladrillo macizo con disposición de oquedades en sus paredes, a modo de escalones, para permitir el fácil acceso a su base y a las galerías por donde discurre el agua. Estas tienen una pendiente de entre un 1 a 3% con la finalidad de que el agua discurra lentamente y no erosione las conducciones.
Al tratarse de terreno sobre el nivel freático, el agua debía discurrir en las galerías por canalización impermeable (cañería, canalillo de barro cocido o canal abierto), para evitar pérdidas de agua por filtración. En las galerías de Valhondo, existe una especie de andén para que las personas puedan desplazarse caminando sobre suelo seco.

Como es lógico, la profundidad de los registros varía en función del desnivel del terreno. Otro detalle a tener en cuenta es el sistema de cierre de los registros, para lo cuál se utiliza una gran piedra cuadrada que permite en su base el paso del aire para la correcta oxigenación del agua y las galerías.

Como casi siempre, hay que lamentar la falta de interés de las instituciones respecto a la conservación de estas conducciones, llegando incluso a permitir que bajo intereses comerciales se destruyesen algunos tramos.


Desde aquí quiero mandar un fuerte abrazo para Currante,
compañero de aventuras y fatigas junto al cuál he realizado este reportaje.


Para ver mas imágenes : 

Fuente de documentación:  DESCRIPCION HISTORICA DEL REAL BOSQUE Y CASA DE ARANJUEZ de Alvarez de Quindós (Edit. Doce Calles)



10 ago 2010

LA FUENTE DE LA REINA


Esta fuente estaba situada al sur de Aranjuez, entre la Plaza de Toros, el Camino de Ontígola y la Carretera de Andalucía. Alrededor de ésta había unos bancos de piedra que formaban una especie de plazoleta. Posteriormente a su inauguración se colocó a su lado un abrevadero para el ganado y se construyó una caseta para el portazgo o cobrador de Consumos. Además de esta caseta, había otras instaladas en los diferentes accesos al pueblo (Puente de la Reina , Puente de Barcas y Camino de Toledo). La caseta de la Fuente de la Reina estaba comunicada por teléfono con la del Puente de Barcas, de modo que cualquier incidencia era conocida inmediatamente por el otro puesto.

Los alrededores de esta fuente eran lugar preferido por muchos vecinos de Aranjuez para tomar el fresco y disfrutar del agua corriente, ya que eran escasos los hogares que disponían de este servicio o tenían una fuente cercana. Del mismo modo, se aprovechaba la congregación de gente para charlar de temas cotidianos, e incluso para tener noticias "frescas" de lo que ocurría en los pueblos de los alrededores , gracias a los numerosos viajeros que por allí pasaban.

Actualmente la fuente se encuentra ubicada en el Parque de las Nieves, a modo ornamental, pues no está operativa.

27 dic 2009

ARCA DEL AGUA o "FUENTE DE LA REINA"






Hacia el año 1745,se construye una conducción para el agua procedente de unas cañadas situadas en el borde de la Mesa de Ocaña.En el año 1757,se rehace la conducción con tubería de barro vidriado (de mejor calidad) dotándola de arcas o descansos para su reconocimiento y limpieza.
Una de estas arcas, fué la llamada "Fuente de la Reina", que estaba situada al principio del Camino de Ontígola,a su derecha.En la actualidad se encuentra ubicada en los alrededores de la Plaza de Toros,después de haber sido trasladada por motivos urbanísticos y estar en desuso.Para su traslado se contrató a una empresa leonesa de canteranos que rehabilitaron una a una todas sus piedras y el escudo.

21 dic 2009

EL MAR DE ONTIGOLA





Aunque pueda parecer lo contrario el "Mar de Ontígola" fue en sus principios un pequeño embalse artificial dedicado a abastecer de agua a los jardines de Aranjuez.
Fue construido hacia el año 1572, durante el reinado de Felipe II. Para su construcción se contó con los arquitectos con más renombre de la época: Juan Bautista y Juan de Herrera.
También se construyó, aunque éste ya en el 1735, un pequeño depósito unos cuantos metros aguas abajo del "Mar de Ontígola", conocido como "Mar Chico". Ambos abastecieron de agua a los numerosos jardines, huertas y fuentes con los que contaba Aranjuez.
El Mar de Ontígola, además, ha sido utilizado como sitio de recreo desde aquellos tiempos hasta la actualidad (incluso se introdujeron peces para la pesca, cuyas poblaciones en la actualidad están en aumento por las restricciones en la pesca según la normativa de Reservas Naturales).
Con el paso del tiempo este enclave y sus alrededores, se han ido transformando en el hogar ideal para las especies que lo habitan; además presenta una curiosa característica: sus aguas son saladas, debido a la naturaleza del suelo que le rodean ( yesos y margas).