Se eligió la ubicación comprendida entre las calles de Almibar y Stuart y próximo a la Plaza Nueva de Abastos, reuniendo el edificio "todas las condiciones apetecibles para el objeto a que se destinaba, con espaciosas cuadras, fuente y grandes porches para colocar carruajes".
La llegada del ferrocarril, dió paso a la obsolescencia de los carruajes, por lo que a partir de esta fecha, el Parador comenzó una época de declive y deterioro.
Con el fin de salvar de la ruina tan precioso edificio, en 1861 se habilitaron en su interior las Escuelas Públicas, pero con la llegada de la Revolución de 1868, no se pudo evitar ser subastado en 1871 a pesar de los muchos intentos de evitarlo.
Desde entonces este antiguo gran edificio Casa-Parador del Rey, se desligó de sus fines reales y se convirtió en un edificio residencial, con todas sus dependencias transformadas en viviendas de renta.
En 1910, se eliminó la crujía central, por lo que los dos patios originales, quedaron convertidos en uno solo y ofreciendo desde entonces el aspecto actual.
Gracias a Magnolia por su inestimable colaboración en la documentación histórica
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