A unos 8 km de Aranjuez, en el antíguamente llamado "Camino de Toledo", se alza solitario el edificio de lo que fué el apeadero de Las Infantas, entre las estaciones de Aranjuez y Castillejo, en la línea de ferrocarril Madrid-Toledo.
Su construcción data de entre finales de la década de los 60 y principios de los 70 del siglo XIX.
La construcción del edificio original fué más modesta que la que hoy podemos admirar, constando únicamente de un pabellón de planta rectangular y cubierta a dos aguas.El actual, construído sobre 1925, presenta características técnicas y estéticas similares a la nueva estación de Aranjuez y al puente sobre la carretera de Toledo, próximo a la estación. La construcción del edificio es sobria y funcional, compuesta por una dependencia para viajeros, cantina, despacho y vivienda para el encargado del apeadero.
Anexo al edificio se encuentra otro más pequeño destinado a aseos, siendo su construcción al modo neomudéjar, similar al de las estaciones de Aranjuez, Algodor y Toledo. Por último hay que mencionar el pequeño pabellón (de una planta) destinado a lampistería de igual similitud estética que el edificio principal.
Desde hace algunos años, el edificio se encuentra abandonado, al dejar de realizar paradas los trenes que pasan por allí.
Desde hace algunos años, el edificio se encuentra abandonado, al dejar de realizar paradas los trenes que pasan por allí.
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