Los terrenos donde se levanta la Casa de Las Infantas fueron regalados por el rey Fernando VII a su hermano Carlos para que dispusiera de un lugar donde poder criar su propia yeguada. Dicho edificio se construyó entre 1814-1815, y se encuentra situado en el centro de la finca, en la dehesa de Las Infantas.
Tras la revolución conocida como “la Gloriosa”, que desalojó del trono a Isabel II, y tras el breve reinado de Amadeo de Saboya (entre 1870-1873), se desamortizaron estas tierras, siendo adquiridas posteriormente por los duques de Fernán-Nuñez junto con los terrenos del cuartel de La Flamenca, del que formaban parte. Dichos terrenos forman parte en la actualidad de la casa principal situada en una colina, desde donde se divisa el Tajo.
Originalmente la finca constaba del edificio residencial del Infante y de la casa de guardas, además de otras dependencias complementarias.
También disponía de un pozo “de aguas claras” que aún existe en la actualidad, y del que partía una tubería de hierro que conducía el agua hasta el exterior del recinto, dónde era utilizada para el riego de las huertas y jardines exteriores.
También disponía de un pozo “de aguas claras” que aún existe en la actualidad, y del que partía una tubería de hierro que conducía el agua hasta el exterior del recinto, dónde era utilizada para el riego de las huertas y jardines exteriores.
En el edificio principal destacaba la capilla dedicada a los Desposorios de la Virgen y un cuarto iluminado por un lucernario acristalado.
La casa de los guardas disponía de habitaciones para cuatro personas, siendo su extensión total de 511m2.
La casa de los guardas disponía de habitaciones para cuatro personas, siendo su extensión total de 511m2.
En el exterior del recinto se encuentra un chozo de fábrica de mampostería y ladrillo con armadura de madera que originalmente contenía unos “hermosos frescos en su bóveda”. Actualmente se utiliza para almacenar tejas viejas.
Complementan el conjunto de edificaciones varias naves de reciente construcción y un transformador de corriente eléctrica.
3 comentarios:
Bravo Mingo, lo tuyo es vocación, esto es querer a Aranjuez, mostrando al mundo su riqueza cultural artística y monumental.
Hubo un tiempo en el que esta villa era exclusividad de los amos, hoy por haber pasado a ser de todos, lo estamos dejando degradar eligiendo gobernantes sin sensibilidad humana, solo piensan en dinero (ladrillo) crecimiento, desarrollo, industria, para lucro de ellos y los partidos a los que representan, sin pensar en la insostenibilidad de esa agresiva evolución....
En fin este blog no es político y yo estoy negativo, así que mejor me callo, y elogio tu trabajo por lo que de valor humano encierra, un gran trabajo el tuyo.
no hay duda que nos muestras todos los rincones históricos, aunq no sean artísticos.
iron41: Gracias por tus palabras. Sabes también como yo que cuando se une la afición por la fotografía y el interés por los valores culturales, históricos y paisajísticos de un lugar determinado, el trabajo suele volverse muy placentero.
Glo: Este conjunto arquitectónico creo que es un claro exponente de la arquitectura colonial de los siglos XIX y principios del XX.
Por desgracia, ha sufrido varias transformaciones con el paso de los años, pero aún así es fácil adivinar su bella estética original. Una pena que, unas veces por dejadez, y otras por falta de ayudas oficiales,estos singulares edificios van cayendo en la más absoluta ruína y abandono.
Un cordial saludo.
Publicar un comentario